Una de las eternas preguntas que se hace un conductor es: ¿neumáticos de verano o de invierno? ¿Es recomendable cambiarlos según la estación del año? Resolvemos todas tus dudas a continuación para conducir de forma mucho más segura. ¡Vamos allá!
¿Qué diferencia hay entre neumáticos de invierno y de verano?
Son muchas las diferencias entre un neumático de invierno y uno de verano. Los neumáticos de verano para el coche nos proporcionan un rendimiento mucho mejor en los meses cálidos y se adaptan a la perfección tanto en carreteras secas como mojadas.
También presentan menos dibujo que un neumático de invierno, un diseño específico para minimizar el aquaplaning y aportar un mayor agarre con temperaturas cálidas. Esto significa que los neumáticos de verano soportan casi todas las condiciones climáticas, pero no son adecuados para los climas fríos.
Esto es debido a su rigidez, pues contiene menos caucho natural que los neumáticos de invierno, por lo que comenzarán a endurecerse y se volverán quebradizos con temperaturas inferiores a los 7 ºC. Sin embargo, pueden adaptarse a temperaturas elevadas sin ablandarse, de manera que los neumáticos de verano son más eficientes porque tienen menor fricción.
Otra diferencia entre neumáticos de invierno y verano es que estos últimos tienen un patrón bastante sencillo en la banda de rodadura, lo que hace que pueda dejar una gran huella en el asfalto. Esto garantiza un manejo excelente.
Visualmente, los neumáticos de invierno Michelín son fáciles de identificar por el dibujo del copo de nieve en la cima de una montaña en el lateral, y nos permiten circular con nieve sin necesidad de utilizar cadenas.
En resumen, los neumáticos de verano son menos eficientes sobre terrenos nevados y deben cambiarse cuando la profundidad de su dibujo alcance los 3 mm de profundidad, mientras que los de invierno han de ser sustituidos a los 4 mm.
Entonces, neumático de verano o invierno
Puesto que los neumáticos de invierno suelen ser más blandos, su agarre es mejor incluso a bajas temperaturas. Esto permite una frenada más eficaz, lo que significa que nuestro vehículo será más eficiente en relación al consumo de energía.
Para aumentar la vida útil de sus neumáticos, lo ideal sería tener un par de ellos para verano e invierno y conducir así con total seguridad. Por eso, a la hora de elegir los neumáticos de verano no tendrás problemas, ya que son los que incluyen los vehículos españoles por defecto.
Estos son los más utilizados en nuestro país, por el clima. Los neumáticos de verano no tienen adherencia a la nieve ni al hielo y debes tener cuidado si circulas con ellos con un temporal invernal. Si vives en una zona con inviernos realmente crudos, te recomendamos los neumáticos m+s para nieve.
Y recuerda, en caso de que utilices y que cambies entre los neumáticos de invierno y de verano, procura guardarlos siempre en fundas para las ruedas del coche, para protegerlos mientras no los utilizas.
Por último, los neumáticos de invierno son más caros que los de verano. Y si te has hecho la pregunta: ¿qué dura más un neumático de invierno o de verano?, la respuesta es uno de invierno, ya que su composición más blanda evita que se desgasten tan rápido como los de verano al superar los 7 ºC.
Cuándo cambiar los neumáticos según la temperatura
Cuando la temperatura ambiental caiga por debajo de los 7 ºC tendrás que cambiar los neumáticos de verano por los de invierno. Es cierto que los neumáticos de verano son más silenciosos que los de invierno y que nos ayudan a ahorrar combustible, pero se puede circular con ellos en climas muy fríos.
En las zonas más cálidas lo normal es poner los neumáticos de invierno en noviembre y los de verano en abril. Sin embargo, en las zonas con temperaturas más frías conviene poner los neumáticos de verano en mayo y los de invierno en octubre, pues las primeras nevadas pueden caer en ese mes.
Podemos circular sin problemas en verano con los neumáticos de invierno, pero conviene cambiarlos por los de verano cuanto antes. Piensa que las ruedas de invierno no se agarran tan bien al asfalto y se desgastan más rápido cuando hace calor.
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